A menudo escucho decir a quienes buscan ayuda personal: «debo luchar por mi matrimonio «, «mi matrimonio no está bien», «estoy perdiendo mi matrimonio».

Y es probable que estas personas sepan a lo que se refieren. Es decir, no están preocupados por un estado civil en sí; sino por una relación con alguien que aman y con quien desean tener hijos, o ya los tienen.

El matrimonio es la legalización de una relación de pareja; siendo por el otro lado el divorcio, su ruptura legal. Por lo que usted no vive día a día un matrimonio. Usted tiene un matrimonio. Pero vive una relación de pareja.

Una relación en términos simples tiene que ver con personas que conviven juntos y comparten sueños, metas, responsabilidades, compromisos, respeto, consideración, tiempo, dinero; siendo esa relación la conexión o vínculo entre dos o mas personas.

Y es aquí donde debemos entender con claridad lo que es una relación de pareja.

Creo estamos conscientes, lo complicado y difícil que es tener una relación de pareja. Son dos mundos que se unen para hacer de ellos, un mundo nuevo y único con creencias, prácticas, valores, principios y costumbres muy propias. Todo nace en esas dos personas que llegan a tener entre ellos tres relaciones básicas: Admiración, amor y deseo sexual.

¿Qué da lugar a esas relaciones de pareja? La admiración da lugar a llegar a ser amigos. El amor da lugar a ser novios y luego esposos. El deseo sexual da lugar a ser amantes.

Esto es lo que a pesar de… y en medio de…, debemos esforzarnos por llegar a ser de nuestra pareja: 1 Amigos. 2 Novios primero, luego esposos. 3 Amantes. Y al lograrlo, buscar nunca dejar de ser serlo, haciendo lo necesario.

Y Díos sabía con precisión lo que estaba planeando con el ser humano. Génesis 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Una relación entre dos seres humanos: Un hombre y una mujer.

Siendo entonces esta relación muy distinta a la que se da entre amigos, socios, familiares, por citar unos ejemplos. Por supuesto son parecidas, pero a la vez muy diferentes a la relación de pareja.

Lo importante no es lo que a los demás les permitimos pensar y creer de nuestra relación de pareja. Ya que a veces nos preocupa mas nuestra reputación, olvidando que ésta es lo que los demás piensan y creen acerca de nosotros. Cuando en realidad lo que vivimos, es lo que nos debería interesar e importar. Al final de cuentas es lo que realmente somos, es en donde realmente estamos, y es lo que realmente tenemos.

El problema se da cuando por andar aparentando, nos olvidamos de nosotros mismos, dando lugar a la pena y a la vergüenza, siendo estas los obstáculos para buscar ayuda y consejería. Y sin ayuda ni consejería, es imposible salir adelante cuando se ha caído en acciones, palabras y actitudes destructivas, tanto en el hombre o en la mujer. Y si hay hijos, ellos sufrirán mucho más, dando espacio entonces a traumas, complejos y conflictos internos en sus pensamientos, sentimientos y emociones.

2a. Parte

• Francisco Gudiel – FG –